domingo, 14 de octubre de 2012

Metodología PI® (Planeación Inversa)

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Metodología PI® (Planeación Inversa) 
 Juan José Lopera, 2012.
Definición.
La Metodología de Planeación Inversa®, es una metodología diseñada para construir estrategias y estructurar proyectos difíciles por naturaleza.  Complementa las metodologías tradicionales de planeación y gestión de proyectos abriendo puertas de percepción diferentes y enriquecedoras, permitiendo su revisión desde otro ángulo y generando ideas novedosas que resuelven vías bloqueadas en el desarrollo del proyecto.
Justificación y antecedentes.
Cuando uno elabora un proyecto, una estrategia, busca una solución para un problema, casi siempre comienza a construir cronológica y concatenadamente a partir del estado actual.  Se trata de una aproximación, en muchos casos, exitosa.  No en todos. La Metodología PI® por su parte, hace el camino inverso y ofrece dos variantes adicionales al proceso de elaboración de la solución, de la estrategia. Toma herramientas prestadas del coaching y de la PNL y las articula de manera concreta en torno al problema declarado y la solución deseada.
Del coaching, toma los conceptos de Estado Actual y Estado Deseado como marcadores básicos de la ruta que debe seguir la solución (punto de partida y punto de llegada).  De la PNL toma las técnicas proyectivas de visualización de futuro, de línea del tiempo y también, los ejercicios de posiciones perceptuales.
Ante situaciones y conversaciones difíciles y en múltiples ocasiones, nos encontramos repitiendo errores.  Es como si el impulso hacia la solución labrara un surco por el que de manera casi obligatoria, tienden a fluir las aguas de la creatividad.  Encerrados en las fronteras de dichos paradigmas, difícilmente percibimos maneras diferentes de hacer las cosas y llegamos a los mismos y conocidos callejones sin salida.
El fracaso repetido tiende a convertirse en hábito y a generar, como atractor implacable, comportamientos tendientes a reproducirlo.  La Metodología PI® rompe ese círculo vicioso.  Parte de enfocarse en la situación ideal, resuelta, para reconocer, si eso fuera posible, qué pasos habría habido que tomar para conseguirla.
Descripción esquemática.
1.     Identificación de la necesidad.  Visualización del estado actual.
2.     Recapitulación breve de los intentos de solución fallidos.
3.  Visualización del estado deseado.  Exaltación de las submodalidades perceptuales (PNL VAKS).  Definición del plazo de cambio.
4.     Integración en primera persona en el estado deseado.
5.     Regresión lenta en línea de tiempo hasta el momento actual.
6.     Durante la regresión al estado actual, percepción de las acciones y lo pasos que tuvieron que darse para que el estado ideal o deseado se manifestara en toda su plenitud.
7.     Realización del mismo proceso como observador (3ª posición perceptual).
8.     Recapitulación de hallazgos, ideas útiles, puntos de palanca.
9.     Si es en grupo, puesta en común de nuevas ideas y estrategias.

El facilitador invita al participante o al grupo a que se concentre en definir de manera personal la situación que les preocupa y ante la que han intentado diferentes soluciones sin éxito.  Les pide que la escriban de manera muy somera.
A continuación, les pide que cierren los ojos e induce una relajación moderada.  Una vez alcanzado ese estado les pide que visualicen, sientan y escuchen aquellos elementos relacionados con la situación actual que les permitan conectarse con ella claramente.  Les pide que visualicen a lo lejos la situación deseada o ideal, la resolución y que comiencen a ir hacia allá identificando algunos de los bloqueos que normalmente han encontrado en sus intentos.  Les pide que vuelvan a la visualización de la situación actual, no resuelta, y les pide que abran los ojos y salgan por un momento del estado de relajación y trance superficial.
Les pide que complementen la descripción escrita de la situación con lo experimentado.  Generalmente esta experiencia la enriquece.  La función de esta fase es activar los motivadores inconscientes y traer a la mente consciente, algunas de las dificultades no detectadas en la acción mecánica que ha representado los intentos fallidos para encontrar o producir la solución.
Luego, el facilitador invita de nuevo a la relajación y ahora les pide que imaginen, sientan y escuchen todo lo que les sea útil del estado ideal, de la situación de solución y que le adjudiquen a esa solución, un tiempo de ejecución determinado, el que ellos mismo, individualmente, sientan apropiado.  Se exaltan las submodalidades perceptuales del estado deseado, de la solución y en el punto de máxima exaltación, se le pide a los participantes que se integren a la experiencia de solución en primera persona y que registren sus percepciones de ese estado ideal.
Luego se les invita a que muy lentamente comiencen a ir hacia atrás en el tiempo reconociendo y haciendo un pequeño alto en los momentos y las acciones que fueron siendo definitivas para construir la solución.  Siempre de manera retrógrada.  Utilizando una metáfora deportiva, el atleta se visualiza rompiendo la cinta de meta, ganando la carrera y, rebobinando lentamente la película se da cuenta de las acciones clave que iba realizando durante la carrera, en la salida, viniendo desde el camerino, entrenando, etc.
Una vez llegados de nuevo al estado actual, se hace una recapitulación escrita y acto seguido, se repite el ejercicio utilizando la posición perceptual de observador, desde afuera, en 3ª persona.  Se escriben nuevos hallazgos y se pasa a compartirlos en grupo y a generar una estrategia novedosa para la situación planteada.

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