Vocación,
profesión, sentido.
Una herramienta de exploración personal.
A J.V.S. cuya petición y amor lo inspiraron.
En nuestra columna Pasión o Misión concluíamos diciendo que
“El proyecto de vida es un vector de fuerzas que nace del
encuentro de dirección que marcan los talentos, la pasión y la misión. De la claridad que tengamos en cada uno de
estos tres aspectos, dependen su poder y sus alcances”.
Esta frase de cierre suscitó muchos
comentarios y generó profundas reflexiones que dieron origen a una herramienta
de gran valor para la definición o la redefinición de nuestro lugar en el
mundo, de nuestra orientación de vida.
Menciono la palabra redefinición porque
en diversos momentos de nuestro sendero vital nos encontramos frente a
inexplicables pérdidas de sentido. De un
momento a otro, ya no nos satisface lo que veníamos haciendo, ya no nos llena,
no es suficiente. En esos momentos, es
menester redefinir nuestra orientación so pena de comenzar un círculo vicioso
que fácilmente termina en un estado depresivo profundo. La más conocida es la famosa crisis de los 40
o crisis de la edad media…
La herramienta básica es muy
sencilla. Consiste en una matriz
triangular con campos correspondientes a:
Mis talentos (Para qué soy buen@?),
Mis gustos (Qué me atrae, qué me gusta?) y En qué me siento útil?
Estos tres campos corresponden a los
tres aspectos básicos de la estructura energética humana a nivel
sistémico. El campo de la utilidad, es
el campo del sentido, del propósito, de la misión, del para qué. Corresponde a la energía Espiritual-Mental, a
la idea generadora, al Padre de las trinidades tradicionales. El campo de los gustos, de las afinidades, de
la atracción, representa el polo emocional, la Madre, el terreno que acoge la idea
y le da la fuerza para que se desarrolle y se realice. El campo de los talentos corresponde al mundo
concreto de la materia, de la actividad inteligente, de las herramientas para
sostener y convertir en actos la idea impulsada por el deseo y la aspiración. Es el hijo que con sus herramientas, el amor
y la consciencia del propósito, sale a cumplir con su misión. El sentido de la identificación de los
talentos yace en la pregunta: ¿Con qué
me dotó la vida para cumplir con mi misión?
En dichos campos se escriben a manera
de listado libre (lluvia de ideas), lo que vaya surgiendo. Por ejemplo, en el campo correspondiente a
Mis talentos puedo escribir, las matemáticas, o la capacidad verbal o la fuerza
física y otras más) Una vez se agoten
las posibilidades, es de gran ayuda preguntar:
¿y qué más…?
Seguidamente se leen con atención y se
priorizan en orden de importancia, las frases escritas. Frecuentemente, cuando se observan con
atención las frases principales de las tres áreas se definen claramente y de
manera automática, áreas o dominios del saber o de la actividad profesional que
arrojan luz sobre muchas posibilidades específicas de desarrollo personal.
El campo correspondiente a la utilidad es muy
importante. Para el ser humano, sentirse
útil representa uno de los valores profundos de mayor peso sistémico. Muchas personas que han perdido el sentido,
que se encuentran en un procesos de pérdida total de la motivación vital y que,
a nivel material no tienen carencias o necesidades concretas, recuperan su
fuerza y orientación en el momento en el que encuentran que son útiles de
alguna manera concreta para otros seres humanos.
Aquí se encuentra una clave poco tenida en cuenta en los
procesos de asesoría vocacional y de carrera tanto para jóvenes como para
adultos. La importancia del sentido
basado en la utilidad personal es de mayor peso para los adultos en
general. Para los jóvenes, normalmente,
las motivaciones son otras y el peso sistémico del bienestar desde lo que me
gusta o lo que me atrae es muy importante.
De todas maneras la consciencia de los propios talentos y
capacidades reales permite una
referencia realista con los campos y las áreas que pueden estar abiertas para
una persona. Hace muchos años leía el
caso de un chico que soñaba con ser astronauta, era excelente en matemáticas y
física, tenía una resistencia física excepcional, en fin, contaba con todos los
requisitos necesarios para ser un excelente astronauta pero… tenía una miopía y
un astigmatismo muy avanzados que lo excluían de entrada de cualquier
posibilidad real de pilotar una nave espacial.
Terminó trabajando en el equipo de diseño de los
transbordadores con los que soñaba y, de alguna manera, su ser estaba presente
a través de su obra, en cada vuelo, en cada alunizaje que las naves
realizaban.
Muchas veces, cuando las ideas en cada campo son pocas o no
surgen con facilidad debido a bloqueos internos o a otras circunstancias, es de
utilidad realizar ejercicios sistémicos.
Dibujar por ejemplo el diagrama en el suelo y tener en la mano una hoja
de papel en la cual, cuando la persona esté de pies en cada uno de los campos
de la matriz, escriba lo que se le vaya ocurriendo.
Existen una serie de preguntas poderosas que generan el
movimiento interno y las ideas que van enriqueciendo de posibilidades cada uno
de los campos de la matriz.
Preguntas para identificar los talentos:
-
Para qué he sido buen@? (Colegio, universidad)
-
Qué cosas hago mejor que otros?
-
Qué cosas me generan seguridad cuando las hago?
-
Qué hago cuando trato de “lucirme” ante los
demás o captar su atención?
-
En qué áreas te piden ayuda amigos, colegas,
compañeros?
Preguntas para identificar los gustos y las inclinaciones:
-
Qué me apasiona?
-
Qué actividades me hacen perder el sentido del
tiempo?
-
Qué actividades me dan energía?
-
Cuáles son mis hobbies?
-
Qué hago cuando tengo tiempo libre?
-
Qué habría querido ser o hacer y no he podido?
-
Qué cosas haría y me sentiría pago con el sólo
hecho de hacerlas?
-
Con qué sueño?
Preguntas para identificar la utilidad personal y el
sentido:
-
Cómo me siento útil?
-
Qué cosas me agradecen los demás?
-
Qué cosas valoran de mi los demás y puede que yo
no las note naturalmente?
-
Qué cosas o situaciones generan gratitud o satisfacción profunda en mi ser?
-
Qué es importante para mi?
-
Cómo me sentiría realizad@?
Cuando hemos priorizado y observado con atención las
respuestas de las listas, se delimita claramente el campo de nuestra
realización personal y recuperamos el sentido.
Surge, de manera casi espontánea ese vector de dirección del proyecto
personal de vida del que hablábamos en el primer párrafo.
La Hoja de trabajo quedaría así: