viernes, 6 de mayo de 2011

Por qué funcionan las constelaciones familiares y organizacionales?

Hacia la construcción de un modelo de sustentación filosófica y científica de los efectos de las Constelaciones Familiares y Organizacionales.

Versión simplificada.

Juan José Lopera Sánchez, M.D.

Octubre, 2009.

Preguntas introductorias.

Una curación milagrosa debería ser suficiente para hacernos reconsiderar los supuestos básicos de la medicina. Deepak Chopra. Quantum Healing, Bantam, 1989.

¿Qué hace posible un diagnóstico sistémico al interior de un grupo humano? ¿Cuáles son los mecanismos que nos permiten sintonizarnos con los movimientos ocultos, subyacentes, con aquellas dinámicas de interacción que definen las áreas de conflicto en una organización o empresa?

¿Por qué funcionan las Constelaciones Familiares, Organizacionales? ¿Qué es lo que hace que personas que se ofrecen a representar un personaje al que no conocen, dentro de una disposición espacial del cliente y su sistema familiar o empresarial, adopten posturas corporales, establezcan relaciones espaciales y sientan emociones tan claras y definidas, propias de la persona y el sistema que representan? ¿Qué les permite entrar en sintonía, en resonancia con el personaje representado?

Cuando alguien asiste por primera vez a una sesión de Diagnóstico e Intervención Sistémica (Di-Si) siente, invariablemente, sorpresa; máxime, cuando en la sesión que observa se representa un escenario organizacional que le es conocido o familiar. Se siente sorprendida porque es difícil entender, cómo diablos puede, una persona que no conoce para nada a los socios de una gran empresa y que jamás ha sabido absolutamente nada acerca de lo que ocurre en la intimidad de una sala de juntas, comportarse, moverse, expresar actitudes y realizar movimientos estratégicos propios de la persona a la que representa.

El objetivo de este artículo es, precisamente, ayudar a comprender, de una manera sencilla y sin la utilización deliberada de un lenguaje técnico complicado, cual es el marco conceptual que permite comprender por qué funcionan las técnicas de diagnóstico sistémico, las constelaciones familiares y organizacionales.

Postulados básicos.

Para explicar esa capacidad que tienen las constelaciones de revelar los movimientos ocultos del sistema estudiado, se invoca, generalmente la idea de campo como un espacio intangible y vinculante que permite que los representantes se sintonicen o entren en resonancia con los representados y con su sistema y expresen, a través de sus movimientos corporales y sus sentimientos, los puntos que en el sistema están bloqueados.


Sin embargo, más allá de las descripciones generales y alegóricas, muy poco se ha hecho por explorar las implicaciones físicas concretas de esos campos vehiculadores de la consciencia y precipitadores de efectos tan evidentes de manera repetida en la práctica clínica.


Aquí cabe introducir, precisamente, una alegoría que ilustra muy claramente la dirección de nuestro razonamiento: A pesar de que somos conscientes de los límites perceptuales que desde sus características meramente biomecánicas nos imponen nuestros sentidos, utilizamos constantemente frases como: Yo sólo creo en lo que puedo ver y tocar.... Esas declaraciones definen nuestras posturas filosóficas de base.

Pero, ¡atención!, nuestros sentidos no nos permiten constatar, por ejemplo, que vivimos inmersos en una verdadera multitud de radiofrecuencias que literalmente atraviesan nuestro cuerpo constantemente. De su existencia no somos conscientes a menos que tengamos el instrumento receptor adecuado (Radio, Televisión, Decodificador satélite, Navegador GPS, Ordenador con dispositivo inalámbrico, Celular…), sintonizado en la frecuencia receptora correcta.


En ese espacio que nos circunda, de manera continua, flotan canciones, sinfonías, noticias, propagandas, conversaciones, lágrimas, gritos, suspiros, imágenes, coordenadas de geoposicionamiento, en fin, informaciones concretas de todo tipo que, viajando esféricamente desde su punto de origen, se desplazan hasta encontrar su destino, el receptor adecuado, el aparato que al traducirlo para nosotros, le da sentido a su existencia.

Esas informaciones, que coexisten en el espacio, son transportadas por una frecuencia particular (Onda Portadora) y su contenido, su relevancia, sólo se hace evidente en el momento en el que el aparato receptor las decodifica. Aún, en el momento en el que contestamos una llamada a nuestro celular o vemos a un reportero que desde las antípodas del planeta nos habla del Tsunami devastador que acaba de ocurrir y nos muestra imágenes en tiempo real, captadas en ese mismo momento por receptores de televisión en TODO el planeta, la mayoría de nosotros no somos concientes de que esas informaciones están rodeándonos y, literalmente, atravesándonos a cada instante.


Es un ejemplo fácil de entender que nos explica como es posible vivir toda nuestra vida inmersos en un verdadero mar de informaciones sutiles en frecuencia pero muy concretas en contenido, sin identificarlas con nuestra consciencia, con nuestros instrumentos habituales de percepción: Los sentidos.


Campos de Conciencia e interacción sutil.

De la misma manera que estamos inmersos en un verdadero mar de ondas y de información electromagnética, podemos decir que participamos de un verdadero campo de consciencia, compuesto a su vez por múltiples campos interpenetrados, que nos influyen y sostienen.


Este campo está formado por la interacción de los múltiples campos que generan los sistemas a los que pertenecemos y sus influencias se manifiestan de manera directa o indirecta en nuestras vidas. Es esa acción de campo de conciencia la que se pone en evidencia, precisamente, en las sesiones de diagnóstico e intervención sistémica.


Desde el punto de vista de la ciencia moderna, quien más se ha acercado a brindarnos un modelo comprensible y estructurado de este campo y sus efectos ha sido, sin duda, el biólogo inglés Rupert Sheldrake.


Sheldrake ha construido un modelo teórico que explica y sustenta su existencia. Dicho modelo se apoya en observaciones estadísticamente ordenadas y en experimentos diseñados expresamente para poner en evidencia su acción. Campo de Resonancia Mórfica lo llama Sheldrake puesto que originalmente fue concebido como la base de sustentación teórica de la manera en que la naturaleza reproduce las formas.


Muchas de las evidencias indirectas que aportan sus experimentos están basadas en observaciones acerca de la relación sutil que se establece entre los animales de compañía y sus amos. Algunos sus experimentos más famosos fueron realizados filmando simultáneamente a perros en casa y a sus dueños en el trabajo.

Se ha demostrado que si se dan ciertas condiciones: Fuerte lazo afectivo entre el animal y su dueño, sensibilidad en el perro, se constata que, en el momento preciso en el que el amo decide salir hacia su domicilio, se incorpora y toma su chaqueta, el perro en casa, se pone inquieto y, en muchos de los casos, va y se echa al lado de la puerta... a esperar... El sabe que su amo viene para la casa a pesar de que los horarios sean irregulares.


¿Qué clase de vinculación y qué órgano sensible permite que el perro sepa cuándo su amo ha comenzado su viaje de regreso? ¿De qué manera es enviada la señal? ¿Qué tipo de comunicación se establece? ¿Qué medio la vehicula?


Experiencia personal.

Desde mis 13 años, todos los sábados, en casa se llevaba a cabo un complejo ritual que consistía en empacar y prepararnos para ir a la finca que mi pa

dre había comprado, a unos 80 kilómetros de nuestra ciudad, Medellín. La hora de salida era irregular, la hora de llegada, también pero, el ritual semanal se sostenía sin importar el tiempo o la disposición interior.

Mi padre tenía una relación verdaderamente especial con los perros de la finca. Cada semana les llevaba las sobras de los últimos días de la semana, restos de carnicería y al llegar, los perros lo recibían con una algarabía impresionante, expresaban una carga emocional magníficamente orquestada, provocada por el afecto que él les ofrecía.


Una semana cualquiera, yo me quedé en la finca con unos amigos y, hacia las 3 de la tarde (demasiado tarde para el horario habitual de llegada), los perros comenzaron a aullar y a dar vueltas inquietos alrededor de la puerta de la finca.

El mayordomo sonriendo vino y me dijo: Juan José, en media hora llega su papá. Yo le pregunté qué quería decir con ello. El me contó que cada sábado, una media hora antes de que llegáramos, los perros sentían que veníamos y su comportamiento era, invariablemente, el mismo: Aullidos, inquietud, agitación, contención emocional que en el momento en el que aparecía por la curva la camioneta, se desbordaba en cascada incontenible...


Yo le dije: Pero, Joaquín, es que media hora antes.... no pueden ver ni oír el coche, están todavía demasiado lejos, y las curvas y las montañas... El me contestó: Sì, es cierto, pero, mire el reloj y verá, siempre se ponen así media hora antes de que aparezca su papá... En efecto. Media hora más tarde, aparecía la camioneta de mi papá por la curva y se desataba un alboroto aún mayor.


¡¡¡Bingo Señor Sheldrake, mis perros también tienen esa capacidad que usted describe!!!


Las investigaciones de Sheldrake retoman diferentes postulados de otros investigadores y los integran: El Inconciente Colectivo y los Arquetipos de Jung, La Noosfera deTeilhard de Chardin, Los Campos Vitales L de Burr, La Teoría General de Sistemas de Bertalanffy, Las concepciones holográficas y cuánticas de la mente postuladas por Pribram y Bohm, los modelos de Interconexión Universal de Lorenz, Bell, y mucho más recientemente, las teorías del Campo Akáshico de Erwin Laszlo y las del Campo Electro Magnético Integrado de Conciencia de los investigadores Paddock y Mc Fadden.


La fenomenología observable dentro de las constelaciones familiares y en los movimientos de diagnóstico sistémico organizacional, son comprensibles a la luz de estos conceptos filosóficos y científicos y a su vez, constatan su validez. En ellas se apoya la visión de interdependencia que la ecología moderna promulga y que conciben a la tierra como El Gran Organismo y, dentro de él, nos concibe a nosotros, como unidades de conciencia, células infinitesimales participantes de su sistema y de su propósito evolutivo.

Una mirada más profunda y particular de esos paradigmas será elaborada en la versión extendida del presente artículo. Por el momento, nos limitamos a enumerarlas y a sugerir lecturas de profundización para continuar con el estudio personal.

El modelo de campo propuesto que vincula al representante dentro de una constelación con su sistema (familiar u organizacional) es el siguiente:

Imaginemos ahora el esquema anterior lleno de estrellitas azules que simbolizan a otras personas, pertenecientes al sistema del representante. Mientras más directamente relacionadas con el representado estén, más cerca de él, dentro del campo de conciencia ancestral transgeneracional se encuentran. Todos ellos están vinculados por los campos que los relacionan entre sí.

Los campos están interpenetrados y son coexistentes. Para nosotros, acostumbrados a la tiranía espacial de los objetos sólidos, esa tiranía que no permite que dos objetos ocupen el mismo espacio al mismo tiempo (Principio de impenetrabilidad de la materia), es difícil concebir esa especie de mar frecuencial que nos circunda y penetra, que nos influye y vincula, en el que coexisten ondas y contenidos sin interferirse, siempre listos a ser recogidos y decodificados por quien pueda sintonizarse con su frecuencia.


Lecturas recomendadas:

^ Johnjoe McFadden (2002). "The Conscious Electromagnetic Information (Cemi) Field Theory: The Hard Problem Made Easy?". Journal of Consciousness Studies 9 (8): 45–60. http://www.surrey.ac.uk/qe/pdfs/mcfadden_JCS2002b.pdf.

Laszlo, Erwin, Science and the Akashic Field: An Integral Theory of Everything (Inner Traditions International, 2004)

Science and the Reenchantment of the Cosmos : The Rise of the Integral Vision of Reality (Inner Traditions, 2006)

The Chaos Point: The World at the Crossroads (Hampton Roads, 2006)

Quantum Shift in the Global Brain: How the New Scientific Reality Can Change Us and our World [Rochester VT: Inner Traditions, 2008]

Teilhard de Chardin, Pierre (2008). El Medio divino. Ensayo de vida interior. traducción de Francisco Pérez Gutiérrez. Colección: Estructuras y Procesos. Religión. Madrid: Editorial Trotta. ISBN 978-84-8164-976-5.

Sheldrake, Rupert. A new science of life.

Lawrence S. Bale (1995). Gregory Bateson, Cybernetics and the Social.Behavioral Sciences. Paper published in: Cybernetics and Human Knowing: a Journal of Second Order Cybernetics and Cyber-Semiotics. Vol. 3 no. 1 1995 pp. 27-45.

Pearsall, Paul, The Heart's Code: Tapping the Wisdom and Power of Our Heart Energy

New York: Broadway Books, 1998

Capra, Fritjoff, 1998, la trama de la vida, Anagrama.

Capra, Fritjoff, 1996, el tao de la física, Sirio.

Ludwig von Bertalanffy, 1951, General system theory - A new approach to unity of science (Symposium), Human Biology, Dec 1951, Vol. 23, p. 303-361.

Pribram, Karl H. (1969). Brain and behaviour. Hammondsworth: Penguin Books. ISBN 0140805214.

Pribram, Karl (1971). Languages of the brain; experimental paradoxes and principles in neuropsychology. Englewood Cliffs, N. J.: Prentice-Hall. ISBN 0135227305.

Penrose, Roger, Las sombras de la mente: hacia una compresión científica de la consciencia, Editorial Crítica, 1996, ISBN 84-7423-771-8.

Bohm, David. 1980. Wholeness and the Implicate Order, London: Routledge, ISBN 0-7100-0971-2, 1983 Ark paperback: ISBN 0-7448-0000-5, 2002 paperback: ISBN 0-415-28979-3

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